Jesus Lorenzo para Groenlandia MBFW 17/18


 

Una vez al año, la pasarela madrileña planta cara al frío de la mano de Jesús Lorenzo, uno de los peleteros que más han hecho por cambiar la visión de muchos jóvenes sobre las pieles. Ni son incompatibles con la juventud, ni podríamos decir -más allá de sensibilidades particulares- que no sean ecológicas. Él siempre insiste en ese punto, “la materia prima es natural y el sector se ha preocupado mucho de que sea un producto sostenible y con plena trazabilidad. Además, las pieles son uno de los materiales que más se reciclan. Cuando un modelo está pasado de moda, no se tira, se transforma, uno de los grandes retos del resto de la industria textil”.

Respecto a su afán por rejuvenecer la peletería, sobran las palabras. En su última colección ha querido remarcarlo una vez más y lo ha hecho también a través del estilismo. En ocasiones anteriores ya había integrado la piel en looks de inspiración callejera y jugado con las impresiones 3D y el neopreno, dejando claras sus intenciones en en una industria que le ha visto crecer. No hay que olvidar que él es la tercera generación de su familia en el negocio, desde pequeño ha estado rodeado de pieles que él no ha dudado en tintar en prácticamente cualquier tono del arcoíris a lo largo de su carrrera. ¿Naranja? Por supuesto. ¿Azul bebé? ¡También!

Su formación nórdica (estudió en Copenhague y Helsinki) siempre se ha dejado sentir en la manera que integra las pieles en el día a día de la mujer. Y lo hace de un modo especial en This is how we dream, su colección para el invierno 2018/2019. En ella vemos mucho cuero metalizado y pieles de zorro, astracán, visón y marta que dan vida a todo tipo de siluetas.

“Siempre he tenido una percepción de la peletería muy alejada de la clásica. Quería que llegase a una mujer moderna, trabajadora, apasionada, que le gusta cuidarse… Y por eso el nombre de esta colección alude a los sueños, porque refleja mi visión soñada”, dice. Y en ella, las pieles se tiñen en tonos fríos, incluso metalizados, y comparten protagonismo con las pinturas de su padre, que estampan las piezas más especiales.

Como novedad, además del nuevo emplazamiento del desfile (que ha cambiado la frialdad de Ifema por los acogedores salones del hotel Santo Mauro) destaca la división de la colección en bloques que irán viendo la luz por entregas a lo largo del año. Al estilo de la moda rápida, pero con una primera presentación a imagen y semejanza de los antiguos desfiles de Alta Costura: íntimos y cercanos para que los invitados puedan sentir cerca cada uno de los diseños.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • No products in the cart.